“Fue algo increíble. Teniendo en cuenta el plantel y la historia que tiene Boca, y que definíamos en La Bombonera, llegábamos con una gran desventaja, pero con una gran ilusión”, comenzó contando el volante central, quien festejó luego del último remate xeneize, errado por Alan Velasco.
“Pipo [Gorosito] nos convenció de que podíamos”, contó el mediocampista en el programa Todo pelota de radio Carve Deportiva 1010, y luego opinó sobre las declaraciones del entrenador, que había dicho semanas atrás que es “puro biri biri” el mito de que La Bombonera tiembla.
“Nos causó mucha gracia su declaración. Entendimos claramente que estaba buscando tratar de desviar la atención, sabiendo que ya tenía antecedentes ganando en La Bombonera”, mencionó más tarde.
Y contó cómo vivió la tanda de penales: “Cuando veo que están haciendo el cambio de arquero [Leandro Brey en lugar de Agustín Marchesín], digo: ‘Pucha, estos locos nos analizaron’. Apenas terminó el partido, pedí el quinto penal. Si lo erraba, les dejaba la chance de cerrar la llave. Estuve bastante nervioso en los primeros pasos”.
La “ilusión” previa de jugar en La Bombonera y el posterior “imaginaba otra cosa”
Además, se refirió a su fanatismo por Boca, el deseo que tenía de jugar en el escenario xeneize y sus sensaciones posteriores: “Los futbolistas uruguayos consumimos fútbol argentino desde muy chiquitos. Me crie viendo al Boca de [Carlos] Bianchi y [Juan Román] Riquelme, ganador de todo. Tenía una gran ilusión de jugar un partido de esta instancia en La Bombonera para sentir realmente lo que se hablaba. Se me quedó un poco corto; me imaginaba otra cosa. Quizá la expectativa que tenía era muy alta”.
“En el minuto 70 o 75, era más murmullo que cántico, y me sorprendió. No es el mismo Boca de otros años. De todas formas, fue hermoso vivirlo, estar ahí, ver cómo cantaba la gente y cumplir un sueño más”, agregó.
“En el Monumental contra River, sentí mucha más presión y todo el ambiente. Yo soy hincha de Boca y lo seguí siempre, pero no me pasó lo que creí que me iba a pasar en La Bombonera”, manifestó más tarde.
Luego, contó que le pidió la camiseta a Edinson Cavani: “No me animé a pedírsela hasta la última charla, pero los utileros no vieron que llegara nada. Estoy seguro de que en algún momento va a llegar”.
Y cerró refiriéndose al momento del Matador, a quien le tiene “una admiración increíble” y le agradeció “por todo lo que hizo por el fútbol uruguayo”: “Si hay alguien que tiene una espalda gigante para soportar una situación así, es él; estoy seguro de que va a salir adelante y va a hacer un cierre de carrera espectacular, como se lo merece”.
Lavandeira se formó como jugador en Peñarol, y luego en Uruguay pasó por Tacuarembó, Progreso, Huracán de Paso de la Arena, Cerro Largo, Progreso, Montevideo Wanderers y Villa Teresa.
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