Saralegui habló de la llegada de Rúben Paz al cuerpo técnico de Larriera y aseguró que “es mi amigo” pero “es algo que yo no hubiera hecho”.
Mario Saralegui habló en “100% Deporte” de Radio Spot 890 y dejó su opinión sobre la llegada de Rúben Paz a Peñarol, quien era su ayudante. Además, opinó sobre el Peñarol de Mauricio Larriera, la selección uruguaya y aclaró su estado de salud.
Sobre su estado de salud, dijo que “hace un año y ocho meses había tenido una convulsión, no fue tema cardíaco ni nada”. Además, agregó que “me ocurrió de nuevo hace unos días y me apareció un pequeño foco cerebral que fue lo que la causó”. “No es un tumor ni nada que pueda agravarse”, aclaró.
Con respecto a sus chances de dirigir, comentó que “el año pasado tuve alguna posibilidad en equipos de Segunda División, pero decidí no hacerlo porque precisa algo de tiempo para procesar un montón de cosas”. Añadió que “van pasando los días y a uno le va renaciendo eso que tenes adentro. Siempre está la posibilidad de tomar algún equipo, se tienen que dar algunas condiciones”.
“Confío mucho en mi trabajo y en que voy a volver a dirigir”, pero “disfruto de no trabajar también”.
Cuerpo técnico desarmado
Sobre la llegada de Rúben Paz al cuerpo técnico de Mauricio Larriera, dijo que “tuvo la posibilidad de volver al club, es algo que a todos nos seduce”. Además, explicó que “habló conmigo y es algo que yo no hubiera hecho, pero me alegra que esté ahí”.
“Yo estaba trabajando con él. La impresión que me da es que lo llevan por el nombre que tiene y lo veo como un palo para mí de alguna manera”, ahondó, pero confesó que “aprendí a desconfiar de la gente”.
“Lo felicité. Rúben es mi amigo, pero hay que ponerse en lugar del otro. Me gusta decir las cosas, me encanta que esté ahí pero no lo haría”, siguió, pero agregó que “hay momentos puntales en los que te puede decir cosas que vos no ves, en eso Peñarol gana un montón”.
Al respecto de su mala salida de Peñarol, explicó que “no tengo mala relación con nadie. Con el presidente (Ignacio Ruglio) sigo en contacto, pero después no tengo contacto”.
Sobre el Peñarol de Larriera, dijo que “se fue adaptando”, porque “al principio intentó hacer alguna cosa y después se le fue desarmando y ahí apareció el selló de él; se le fueron jugadores importantes. Después fue encontrando el equipo”.
“Me pareció inesperada. Si había alguien con la capacidad de clasificar a Uruguay, es era (Óscar Washington) Tabárez”, comentó sobre la salida del “Maestro” de la selección. “Hay poco tiempo para entrenar y son los jugadores los que te tienen que sacar de esto. Hay que tener confianza en el entrenador que hay, pero no hay antecedentes para que lo sea”, finalizó.
Sobre su estado de salud, dijo que “hace un año y ocho meses había tenido una convulsión, no fue tema cardíaco ni nada”. Además, agregó que “me ocurrió de nuevo hace unos días y me apareció un pequeño foco cerebral que fue lo que la causó”. “No es un tumor ni nada que pueda agravarse”, aclaró.
Con respecto a sus chances de dirigir, comentó que “el año pasado tuve alguna posibilidad en equipos de Segunda División, pero decidí no hacerlo porque precisa algo de tiempo para procesar un montón de cosas”. Añadió que “van pasando los días y a uno le va renaciendo eso que tenes adentro. Siempre está la posibilidad de tomar algún equipo, se tienen que dar algunas condiciones”.
“Confío mucho en mi trabajo y en que voy a volver a dirigir”, pero “disfruto de no trabajar también”.
Cuerpo técnico desarmado
Sobre la llegada de Rúben Paz al cuerpo técnico de Mauricio Larriera, dijo que “tuvo la posibilidad de volver al club, es algo que a todos nos seduce”. Además, explicó que “habló conmigo y es algo que yo no hubiera hecho, pero me alegra que esté ahí”.
“Yo estaba trabajando con él. La impresión que me da es que lo llevan por el nombre que tiene y lo veo como un palo para mí de alguna manera”, ahondó, pero confesó que “aprendí a desconfiar de la gente”.
“Lo felicité. Rúben es mi amigo, pero hay que ponerse en lugar del otro. Me gusta decir las cosas, me encanta que esté ahí pero no lo haría”, siguió, pero agregó que “hay momentos puntales en los que te puede decir cosas que vos no ves, en eso Peñarol gana un montón”.
Al respecto de su mala salida de Peñarol, explicó que “no tengo mala relación con nadie. Con el presidente (Ignacio Ruglio) sigo en contacto, pero después no tengo contacto”.
Sobre el Peñarol de Larriera, dijo que “se fue adaptando”, porque “al principio intentó hacer alguna cosa y después se le fue desarmando y ahí apareció el selló de él; se le fueron jugadores importantes. Después fue encontrando el equipo”.
“Me pareció inesperada. Si había alguien con la capacidad de clasificar a Uruguay, es era (Óscar Washington) Tabárez”, comentó sobre la salida del “Maestro” de la selección. “Hay poco tiempo para entrenar y son los jugadores los que te tienen que sacar de esto. Hay que tener confianza en el entrenador que hay, pero no hay antecedentes para que lo sea”, finalizó.
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