viernes, 6 de abril de 2018

La bandera gigante bañó a los hinchas carboneros en el CDS

Fue la primera vez que el telón estuvo en el estadio aurinegro.
Así lució la bandera gigante.

Algunos todavía con camisa, sin disimular una escapada tempranera del trabajo. Otros vestidos de pies a cabeza con los colores de Peñarol. Todos con la misma sensación: ansiedad y expectativa.

Los hinchas aurinegros llegaron al Campeón del Siglo motivados, lógicamente, por ver a su equipo en un nuevo partido de Copa Libertadores, pero también para volver a ver la bandera gigante, estrenada en abril de 2011 ante Independiente y que no había sido desplegada en los siete años siguientes.

Horas antes del partido cerca de 200 fanáticos se acercaron para arreglar los más de 15.000 metros cuadrados que homenajearon a la institución en las tribunas Washington Cataldi y José Pedro Damiani. Cerca de las 19:10, poco antes del comienzo del partido, los hinchas explotaron: “Se me ha perdido el corazón, por alentar a Peñarol…”, corearon desde las cuatro tribunas mientras el telón bajaba y hacía desaparecer a los carboneros.

Desplegada por varios minutos y moviéndose al compás de la canción, el Campeón del Siglo vio por primera vez la bandera gigante, que volvió a bajarse en el comienzo del segundo tiempo. El escudo, una gran locomotora, varias frases y las copas internacionales sobre las cabezas de los hinchas, que alentaron con la ilusión de tener que arreglarla el año entrante y pintarle una nueva Libertadores, la sexta.

Tras el partido, con un triunfo y luego de haber vibrado bajo el gran telón, los hinchas demostraron que tanto en la tribuna como en la cancha todo había sido una fiesta y que a esas muestras de amor no se les encuentra explicación.

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