Cristian Rodríguez celebra su gol de penal a Atlético Tucumán junto a Estoyanoff.
El fútbol siempre da revanchas y para Cristian Rodríguez llegó rápido. Había quedado muy afectado por el penal que había fallado ante Torque el sábado a la noche, en la derrota por 2-0. Agachó la cabeza, masticó la bronca y se puso la cinta de capitán una vez más para salir a defender a Peñarol ante Atlético Tucumán por la Copa Libertadores.
Iban solo nueve minutos cuando Rafael García bajó a Agustín Canobbio en el área, el árbitro sancionó penal y allá fue el CR7 criollo para tomar la pelota, colocarla con total tranquilidad y enfrentarse al arquero argentino.
Le pegó cruzado a la pelota pero, sobre todo, con alma y vida, como para no repetir el tiro anunciado y débil al medio que le había contenido Matías Cubero unos días atrás. El golero tocó el balón, pero iba tan fuerte que fue incapaz siquiera de desviarlo. Gol, 1-0 para Peñarol y desahogo para el "Cebolla".
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