Intermedio: Racing derrotó 2-1 a Danubio en Jardines del Hipódromo y le sacó el invicto

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Mateo Peralta abrió el marcador para el Franjeado, pero Esteban da Silva y Sebastián Sosa lo dieron vuelta para el Cervecero.

Racing derrotó 2-1 a Racing en Jardines del Hipódromo por la quinta fecha del Intermedio y llegó a nueve puntos en el grupo B, además de que sigue sumando en la tabla Anual, pensando en clasificar a copas internacionales. El Franjeado, por su parte, perdió su invicto en el torneo corto y no pudo subirse a lo más alto de su zona.

El Franjeado, que está invicto en este torneo corto, suma 10 puntos y mira a las copas internacionales, mientras que el Cervecero tiene seis y quiere seguir sumando en la tabla Anual.

En el comienzo del partido ambos se estudiaron y las primeras llegadas peligrosas fueron remates lejanos, uno de Santiago Ramírez para Racing que atrapó en dos tiempos el arquero Mauro Goicoechea, y luego uno en la réplica de Mateo Peralta que pasó apenas por encima del travesaño.

Hasta que, a los 13', el Franjeado le robó la pelota en salida al Cervecero y la capturó Peralta, quien comenzó a dejar jugadores por el camino y sacó un ajustado dispado desde el borde del área que se coló en el arco de Lautaro Amadé para abrir el marcador.

Sobre el final del partido, a los 39', Racing volvió a inquietar el arco danubiano con un remate del delantero argentino Bautista Tomatis tras eludir al golero que dio en el lateral de la red.

Racing salió al segundo tiempo con la intención de encontrar el empate, pero no estaba teniendo ocasiones claras de gol hasta que, a los 69', Hugo Silveira recibió un pase filtrado, eludió a Goicoechea y remató casi cayéndose, por lo que la pelota cruzó toda el área chica y apareció Esteban da Silva en el segundo palo para empujarla al fonde de la red y empatar el encuentro.

A los 73', tras una serie de rebotes luego de un tiro libre, Martín Ferreira remató de volea desde el punto penal y el balón se estrelló en la palo. Más tarde, a los 81', el Cervecero volvió a hacer daño con una pelota quieta que Danubio no pudo rechazar; la pelota le quedó en el borde del área chica a Sebastián Sosa, que remató y dio vuelta el partido.