viernes, 1 de abril de 2016

Tiene hambre.

La sorpresa quiere zafar del descenso y ganar comida.
Plaza. Los jugadores apostaron una vaquillona al DT.

El esfuerzo de los jugadores de Plaza Colonia tuvo su recompensa. Confiados, apostaron que en los últimos tres encuentros sumarían al menos siete puntos. El técnico, para pincharlos, apostó que no. Sumaron nueve y además de quedar a un paso del descenso obligaron a Eduardo Espinel a pagar dos corderos como premio.

Este sábado ante Juventud, el plantel va por una victoria crucial para los dos objetivos del momento: olvidarse del descenso y volverle a ganar al cuerpo técnico, esta vez una vaquillona.

"Tengo que ser honesto y no nos podemos apartar del objetivo: sumar cuatro o cinco puntos más para zafar del descenso", dijo el entrenador. La vuelta de Malán y la situación de Mathías Caseras, con un problema muscular, son las dos dudas del técnico, que despejará hoy en un nuevo entrenamiento.

La situación en la tabla hace que el DT tenga un manejo especial del grupo, para que no sea contraproducente. Aún así, por momentos se permite imaginar: "Estoy viviendo un sueño, cuando apoyo la cabeza en la almohada a veces pienso qué pasaría si llegamos a eso. No puedo prometer una camioneta como Ramón Díaz, pero algo habrá", afirmó el DT entre risas.

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