“Hay mucha alegría en el grupo” por la clasificación, aseguró en la jornada de hoy, y, con respecto a su golazo, que llegó luego de una jugada similar en la que el remate se le fue muy alto, indicó: “Hay que intentarlo hasta que entre. Gracias a Dios la segunda que tuve entró y fue una alegría enorme”.
Anello llegó a Boston River en setiembre de 2024 tras quedar libre del Sparta Rotterdam de Países Bajos, pero antes de eso tuvo una carrera un tanto peculiar para la corta edad que tiene y, sobre todo, una gran historia personal.
Nació en Miami en el año 2022, pero toda su familia es de Córdoba, Argentina: “Mis viejos se fueron primero a Nueva York y luego cayeron en Miami, y me tuvieron a mí allí”, contó al programa Fuera de juego de radio Carve Deportiva.
Con 10 años se mudó junto a su familia a Barcelona, ciudad en la que comenzó su proceso de formativas: “En el Barça solo estuve un año y luego hice en Espanyol y otros clubes”. Con 16 se marchó a Bélgica para jugar en el Lommel SK, club en el que compartió con el uruguayo Cristopher Fiermarín entre 2021 y 2022.
Su siguiente destino fue el Hajduk Split de Croacia a los 20 años, donde estuvo durante el primer semestre de 2023. A mediados de ese año lo compró el Sparta Rotterdam, pero allí jugó solamente seis meses debido a que pasó realmente mal.
“Sufrí racismo con el entrenador, muy malas actitudes”, reveló, y detalló que el “maltrato” que sufría “no solamente era verbal, sino que llegó a ser físico”. “En los otros lugares en los que estuve me manejaba con el inglés, pero ellos te hacen hablar holandés. Se enojaban cuando hablaba en español y me decía que tenía que aprender el idioma”, ahondó.
En enero de 2024 fue cedido al SC Cambuur, también de Países Bajos, y en el último día del mercado de pases de mitad de año se dio su llegada al Sastre: “Mis representantes son uruguayos y se dio; yo tenía que volver al Sparta y no quería, y tomamos esta decisión”.
“En Uruguay volví a recuperar la sonrisa”, aseguró, y siguió: “Es un gran cambio para mí, pero sabía que era un club prolijo. Me habían hablado bien. Hay que probar”.
Anello jugó en la selección sub-23 de Estados Unidos, pero no puede jugar para Argentina ya que no tiene el pasaporte de ese país: “Me tengo fe para poder estar en el próximo Mundial [con Estados Unidos], es mi máximo sueño. Después veremos si se da o no”.
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