“Se contrató a un estudio jurídico español para ir a pelear en el TAS [Tribunal de Arbitraje Deportivo] el tema de las penas que nos pusieron desde Conmebol”, comenzó diciendo González entrevistado en Fútbol a lo Peñarol (Del Molino FM).
Por esta sanción los carboneros no podrían recibir espectadores en sus tres partidos de local en la fase de grupos, algo que se intenta evitar o al menos posponer: “El tema es ver si se logra que las penas queden diferidas hasta la resolución definitiva y con eso jugar con gente. EL TAS demora como un año en tomar una decisión y la pena, sea cual sea, se aplicaría recién en 2026”.
“Tenemos que hacer el mayor esfuerzo para jugar con público por varios motivos, el principal es el deportivo. En el Campeón del Siglo y con nuestra gente nos hemos hecho muy fuertes y nos hacemos sentir. Sin la gente, lo deportivo puede estar afectado y se nos puede complicar”.
“También lo económico es muy importante ya que esos tres partidos pueden generar más de un millón de dólares de recaudación”, explicó, y fue a más: “Con lo que hemos invertido en el plantel para esta temporada tenemos que tratar de tener la mayor cantidad de ingresos. Pasar de fase, es algo que empieza a ser imprescindible".
Ida y vuelta
El clásico con empate 1-1 en el Gran Parque Central estuvo marcado por los incidentes que se registraron, entre ellos un fuerte intercambio entre el propio Evaristo González y el delegado en AUF de Nacional, Enrique Campos.
“Fue una discusión fuerte”, dijo al respecto el directivo aurinegro: “Cuando vi los incidentes que estaban pasando en la cancha, pedí para salir del palco y bajar a hablar con el veedor. La comida del clásico anterior en esa cancha ya no iba”.
“El árbitro del partido [Esteban Ostojich] salió corriendo a hablar con el jefe de seguridad y veedor apenas se dieron los hechos y al minuto se estaba jugando como si no hubiera pasado nada. Ahora es claro que se generaron cosas graves: le pegaron con un encendedor a Jaime [Báez] y la petaca que tiraron después cayó muy cerca de otro futbolista. Además, fue una lluvia constante de proyectiles, principalmente con los rollos de serpentinas que, a Campaña, por ejemplo, le tiraron casi todo el partido”, enumeró.
“No era mi interés que se suspendiera el partido”, aclaró más tarde, y cerró: “Quería asegurarme de que se informe todo, porque después resulta, y ya sucedió, que si tiramos una bengala [final de la Supercopa Uruguaya] nos suspenden la cancha y en el mismo partido ellos la tiran y no pasa nada de nada”.
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