¿Por qué no estuvo la barra de Peñarol en el Saroldi y qué le pidieron a River Plate?

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Desde la AUF y River Plate se negaron al pedido de los carboneros de habilitar el ingreso de 150 hinchas que no tenían entrada.

Una de las imágenes que llamó la atención del público en el 1-1 de Peñarol frente a River Plate en el Parque Federico Omar Saroldi fue la ausencia de banderas aurinegras en la tribuna Olimpia, donde se ubicó la hinchada visitante.

Los integrantes de la barra se quedaron sin lugares y, si bien hubo un pedido de parte del club para que pudieran ingresar, fue denegado desde River Plate y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) con su jefe de seguridad, Gustavo Mariosa. Así lo explicó el presidente darsenero, Jorge Cibreiro, al programa La mañana del fútbol de El Espectador Deportes.

“Tuve una solicitud de Peñarol que trasladé a la AUF y Mariosa me llamó a las 17 para decirme que era inviable que se dieran más entradas a Peñarol”, relató el máximo directivo de la institución del Prado, que solo habilitó una tribuna lateral para los aurinegros porque la cabecera que les asignó en otras oportunidades no está en condiciones.

“Después, estando en la cancha a eso de las 20:30, el encargado del dispositivo de seguridad me preguntó si tenía problema con que entraran 150 hinchas de Peñarol, y le dije: ‘No entiendo nada de seguridad. No sé si amerita que entren 150, 1.500, 15 o ninguno más. Si usted se responsabiliza de que en caso de haber problemas, River queda exento de todo y los responsables son usted y la AUF, yo no tengo ningún inconveniente’. Ahí me di cuenta de que no se iba a hacer responsable. Se ve que estaba muy complicada la mano porque no asumieron. Llamé a Mariosa y tema concluido”, agregó.

“Tampoco quiero hacerme el Tarzán. Yo no tenía inconvenientes con que entraran los hinchas de Peñarol, pero si las condiciones de seguridad estaban dadas para controlar todo. Pero los querían dejar entrar sin dar seguridad de que no iba a pasar nada”, argumentó Cibreiro, y recordó que “por seguridad y antecedentes” no podían vender más de 1.000 entradas en el sector visitante, a los efectos de que fuera “controlable”.

“Liberamos las 1.000 entradas y no hubo un pedido expreso de bloquear algunas, aunque creo que tampoco corresponde. Se agotaron las entradas en el día y, aparentemente, la persona encargada de presentar el listado para separar esas entradas lo hizo tarde. Cuando lo hizo, ya estaban agotadas”, concluyó.