El partido tuvo un buen comienzo de los galos, abriendo la cancha y con mucha movilidad en ofensiva, encontrando en disparos cruzados de Doué y Dembélé, opciones de incomodar a Sommer.
Y lo que no consiguió allí, lo hizo a los 12' con una jugada colectiva de excepción. Un pase filtrado de Vitinha encontró a Doué en el área desmarcado, este la puso al medio y Hakimi, solo, tocó para sellar el 1-0 a los 12'.
Un golpazo para los de Inzaghi, que se vio replicado a los 20' con otra acción a toda velocidad de su rival que no pudieron responder. De un córner a favor de los tanos, apareció una contra por izquierda con Dembélé como protagonista para llevar y cruzarla para el ingreso de Désiré Doué, que recibió, remató, dio en Dimarco, descolocó a Sommer, y se metió para el 2-0.
Apenas un cabezazo tras un córner que pasó cerca fue lo propuesto por los negriazules en tierras bávaras, con un duelo donde la pasaba mal y no sabía como ofender.
Hasta el cierre de esa primera etapa aparecieron un testarazo de Thuram en otra pelota quieta, y después acciones de Dembélé, Marquinhos y Kvarastskhelia que pudieron sentenciar el tercero. Zafó el Inter que se fue 0-2 al vestuario y con mucho por arreglar.
En el complemento el equipo amarillo en la ocasión trató de ser más ofensivo y generar algo más sobre el arco de un Donnarumma que estuvo muy atento, principalmente en las pelotas quietas.
Los galos cerraban espacios y esperaban para responder con rapidez, sistema que siempre les dio grandes réditos y así pasó a los 63'. Una pelota que manejó Dembélé, pasó por la conducción de Vitinha para la posterior asistencia y Désiré Doué puso el 3-0 que pareció bajar las cortinas del trámite.
Y si faltaba algo para cerrar la fiesta y paliza de los dirigidos por Luis Enrique fue el cuarto que concretó Kvaratskhelia a los 71' con otra estupenda respuesta y definición solo ante un Sommer vulnerado.
Todo le salía bien a los parisinos con una supremacía tan arrolladora que solo hizo esperar un quinto gol que se concretó a los 86' cuando Senny Mayulu se encargó de dar cifras definitivas al cotejo.
Con el tiempo cumplido, el árbitro pito el final que dejó el 5-0 establecido como una goleada histórica, pero que además le valió la consagración por primera vez en la Champions League al PSG, esa que dirige Luis Enrique.
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