“Estoy muy feliz por este nuevo reto y esta oportunidad. Estoy ansioso por comenzar a entrenar y jugar”, dijo el atacante de 32 años en su llegada, y añadió: “Fue una decisión difícil de tomar [ir a Nacional]. Estaba de vacaciones, me empresario puso las opciones que tenía y le dije que quería venir a Nacional”.
“Seguía a Lucho [Luis Suárez] cuando estaba acá y a Nico [López], que jugué contra él en México. Fui preguntándole a amigos uruguayos sobre la liga y sobre Nacional: Damián Frascarelli me habló muy bien del club y de la ciudad, eso me llamó la atención para venir”, agregó a Nacional +.
Aseguró que llegar al fútbol uruguayo le dará “mucha visibilidad”: “No estuve en los últimos partidos de la selección y estoy seguro que estando a un buen nivel en un equipo gigante como Nacional, voy a tener la oportunidad de volver a estar”. Otero firmó por dos años con el Tricolor.
“Cuando Nacional anunció que venía, recibí muchos mensajes de venezolanos que viven aquí y eso me sorprendió, me dejó feliz”, comentó, y habló de los tiros libres, que son su especialidad: “Desde pequeño le pegué fuerte. Me fui especializando en eso, después de cada entrenamiento me quedo practicando”.
Y cerró hablando de su particular apodo, “Escorpión”: “Antes era más chiquito de lo que soy ahora y cuando comencé a jugar la camiseta era enorme; en mi segundo partido como profesional jugué muy bien y los comentaristas dijeron que parecía un escorpión, pequeño pero peligroso”.
Otero debutó en Primera División en 2009, con 17 años, en filas del Caracas, y a mediados de 2015 partió al Huachipato. Tras una buena temporada en Chile recaló en Atlético Mineiro, donde permaneció hasta junio de 2018, cuando lo cedieron a Al Wehda de Arabia Saudita. Volvió al cuadro de Minas Gerais y luego pasó por Corinthians, Cruz Azul, Fortaleza y Aucas.
Para la temporada 2024 volvió a Brasil para defender al Santos, club con el que registró ocho goles en 51 partidos oficiales, de los cuales fue titular en 36. En el Campeonato Paulista disputó 14 encuentros y los restantes 37 correspondieron el Brasileirão B, que lo tuvo como protagonista con un golazo de tiro libre en la noche del ascenso. Su pegada la caracteriza.
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