“No puedo dejar de agradecer por este hermoso año. Gracias Peñarol por dejarme cumplir mi sueño de chiquito que era poder defender esta camiseta y poder ser parte de tu tan rica historia… Pude cumplir el sueño de gritar un gol y darle un beso a este hermoso escudo”, dijo.
Agradeció a sus compañeros “por haber dejado la vida en cada partido y por haber hecho que el día a día fuera tan lindo”, y si bien dijo que “salir campeón fue de los momentos más lindo, el logro más valioso es la cantidad de amigos” que hizo en 2024 y el “cariño de la gente”.
Mencionó a Martín Gianoli, junto a quien dijo haber llorado “de alegría y de tristeza abrazado”, y a Maximiliano Olivera, quien le había adelantado algo que comprobó: “No debe existir sensación más linda que entrar al Campeón del Siglo con toda la gente alentando”.
Saludó a los hinchas y trabajadores del club, dijo irse “con la tranquilidad de haber dado todo” desde su primer día, y dejó en el aire las ganas de volver. “Sé que nos vamos a volver a cruzar, porque uno siempre vuelve a donde fue feliz. Hasta la vuelta carbonero querido”, concluyó.
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