La selección uruguaya sub-23 sigue entrenando en el Complejo Uruguay Celeste de cara al Preolímpico de Colombia, que otorgará dos cupos a los Juegos Olímpicos de este año en Tokio. El debut será el 19 ante Paraguay y luego será el turno de Brasil (22), Bolivia (25) y Perú (28). Dos avanzarán a un cuadrangular final que definirá a los dos clasificados a la máxima cita del deporte mundial.
Hasta ahora los dirigidos por Gustavo Ferreyra han disputado amistosos ante combinados del interior y otro frente a un seleccionado de la Segunda División de México. “Estos partidos están insertos dentro de un trabajo con un contenido físico bastante fuerte. Recién el sábado hicimos un partido contra México un poco más flojos en cuanto a cargas. Hoy tenemos un partido contra la selección gaúcha y el viernes la revancha”, explicó el entrenador al programa Quiero Fútbol, de Sport 890.
“El equipo viene en pleno proceso de formación porque hace relativamente poco que estamos trabajando a pleno con los jugadores. Hubo que contemplar la situación casi individual de cada jugador en cuanto a las cargas del año y nivelar, y luego aplicar una carga para llegar al torneo con un resto físico que nos permita soportar el esfuerzo que se va a hacer en la competencia. La evaluación siempre es bastante relativa, al menos por ahora, porque estamos recién saliendo de un trabajo físico bastante exigente”, manifestó.
“Estamos tratando de que la idea que tenemos se pueda ir plasmando en el juego y con el correr de los partidos afinar algunos detalles”, sostuvo, y reveló que el dibujo táctico que se está empleando en los entrenamientos “es es un 4-1-4-1 o un 4-3-3 que es muy versátil”. “De acuerdo a las características de los jugadores que tenemos y a ciertas pautas tácticas se va transformando, agregó.
El equipo base es con un arquero que ha rotado (Ignacio de Arruabarrena, Rodrigo Formento o Cristopher Fiermarín); José Luis Rodríguez, Santiago Bueno, Sebastián Cáceres y Maximiliano Araújo; Nicolás Acevedo como volante tapón; Francisco Ginella y Facundo Waller como interiores; Diego Rossi de extremo derecho y Joaquín Piquerez por izquierda; y Juan Ignacio Ramírez.
“Sabíamos desde un principio que este momento del año era complicado para una preparación. Incluso los que terminaron el año no tuvieron una licencia ni un descanso ideal para iniciar un proceso de este tipo. Los jugadores y nosotros tuvimos que adaptarnos a esto, pero estamos contentos porque, por ahora, lo planificado se está realizando de buena manera”, añadió el director técnico del combinado celeste.
“Lo ideal hubiera sido trabajar con más tiempo para preparar un equipo y jugar algún partido internacional más, y no tanto lo físico. Más que nada para conocerlos más a los jugadores jugando juntos y en competencia con otros equipos. Lo ideal hubiese sido otra cosa pero no podemos detenernos a pensar en eso”, manifestó Ferreyra, quien valoró la llegada de Federico Viñas desde el América de México.
“Viene con una temporada con mucha carga. Jugó la segunda final de México y al otro día viajó a Montevideo. Justo coincidió con que teníamos un día y medio libre y se los tomó, pero llegó con una carga importante. Ya tuvo minutos. Dentro del contexto general vino bien y con mucha predisposición para trabajar y ganarse un lugar. Es la primera vez que está en una selección y tenemos buenas expectativas en lo que pueda llegar a darnos”, concluyó Ferreyra, quien confirmó además que, en caso de clasificar a Tokio 2020, será el entrenador.
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