Alonso remarcó que la instancia de llegar al final del contrato con Tenfield, que concluirá en diciembre, “es única en términos históricos” y le dará a la AUF otra “perspectiva de negociación”. “Otro factor de fortaleza es el conocimiento sobre el valor del producto y la participación de empresas internacionales y especialistas en la materia que consolidan una posición de asesoramiento”, remarcó.
“No puede quedar una cancha sin iluminar”
“El fútbol nunca estuvo tan bien armado de cara a un nuevo proceso”, remarcó, y valoró la “libertad de contratación y recursos que de ella surgirán”. “Ahora no vamos a tener excusas para decirle a la gente que somos un fútbol pobre, que no tenemos los recursos y que el contrato no nos lo permite”, afirmó.
“Si estamos apostando a esto es porque le vamos a decir a la gente que hay más dinero para los clubes y más dinero para invertir. No puede quedar una cancha sin iluminar, un césped feo o un plantel que no cobre al día. No puede haber un equipo por fuera del régimen de fair play financiero para que haya orden y competitividad en nuestras competencias”, añadió.
“No puede haber un club que no tenga acceso a las mejores tecnologías para acercar el merchandising y el marketing a la gente”, dijo, y se mostró esperanzado en llegar a “ser una liga normal, como las que se juegan en el mundo y con las que se reflejan los que les gusta el fútbol”. “Ahora debemos trabajar y no errarle en nada”, afirmó Alonso, y recordó que Tenfield paga casi 17 millones de dólares anuales. La intención es “multiplicar ese número por lo más que se pueda”.
Tenfield en carrera por la cláusula de igualación
“El mensaje es: las herramientas y los ingresos están y hay que ir por ellos. Negocien bien, lleguen a buenos acuerdos y usen bien los recursos para elevar el nivel del fútbol uruguayo por primera vez en la historia, profesionalmente”, remarcó Alonso, quien explicó que el proceso de negociación con Tenfield para renovar el contrato está abierto, pero estancado, hasta el 30 de junio.
Si no se llega a un acuerdo antes de los 180 días previos a la finalización del contrato (31 de diciembre), se debe pasar a una instancia de licitación (a partir de julio). “Ahí deberíamos llevar el aspiracional, dentro de las bases de la licitación, para que el mercado nacional e internacional sepa qué estamos licitando y hagan sus ofertas”, comentó, y pretende una licitación “lo más pública y transparente posible”.
Tenfield, que puede participar en la licitación, tiene cláusula de igualación de la mejor oferta, algo que “opera como un desestímulo” y que podrá utilizar por última vez. Esa cláusula no estará en el pliego de la licitación, “entre otras cosas porque el estatuto no lo permite”. “Los tenedores de los derechos tienen que estar cada vez más arriba de la gestión y los contratos no pueden ser largos; deben poder adaptarse a las modalidades de consumo”, concluyó.
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